
Trauma Facial
Un traumatismo facial implica tanto las fracturas de los tejidos blandos de la cara como, por ejemplo, quemaduras, laceraciones y contusiones como también las de los tejidos duros (huesos del macizo facial), como las fracturas de mandíbula o maxilar, malares, arco cigomático , fracturas nasales y fracturas de órbitas, entre otros.
Los traumatismo faciales pueden ser el resultado de un accidente de tráfico, accidente deportivo, accidente laboral, violencia interpersonal o caídas. Diferentes sociedades y culturas muestra diferentes patrones de trauma facial.
El trauma facial se puede clasificar en:

Tercio superior del rostro

Tercio medio del rostro

Tercio inferior del rostro
Trauma del tercio superior del rostro
La región del tercio superior del rostro se considera aquella comprendida desde la inserción del cabello hasta los arcos supra-orbitarios (parte superior de la cuenca de los ojos).

Trauma del tercio medio del rostro
La región del tercio medio del rostro se considera aquella comprendida desde los arcos supra-orbitarios a las caras oclusales de las piezas dentarias del maxilar.
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Trauma del tercio inferior del rostro
El tercio inferior del rostro corresponde al hueso mandibular con sus respectivas piezas dentarias. Las fracturas del tercio inferior del rostro son las segundas más frecuentes que afectan al esqueleto facial
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